En los últimos años, en las redes se escucha cada vez más el término “cancel culture”: cuando se considera que alguien ha dicho o hecho algo inapropiado, se le condena colectivamente en redes y se “castiga” públicamente.
A veces, ha sido una herramienta útil para denunciar injusticias o para que personas con mucho poder asuman su responsabilidad. Pero en otras ocasiones, se convierte en presión excesiva, acoso y “linchamiento digital”, lo que puede causar graves daños a la salud mental y a la vida personal.
Este tema abre preguntas importantes:
¿Dónde está el límite entre la crítica legítima y el acoso colectivo?
¿Ayuda a generar cambios o genera más miedo y silencio?
¿Qué deberíamos hacer cuando vemos una llamada a “cancelar” a alguien en redes?
Analizaremos cómo se genera este fenómeno, qué riesgos conlleva y cómo podemos construir una comunidad digital respetuosa y crítica, buscando justicia social pero evitando el linchamiento.
EJEMPLOS
J.K. Rowling
La autora de Harry Potter ha sido criticada por varios tuits y declaraciones considerados transfóbicos. Mucha gente pidió el boicot a sus obras, lo que generó tensión con una parte de su público.
Karla Sofía Gascón
Emilia Pérez, nominada al premio a la mejor actriz por una película, fue excluida de los eventos promocionales de Netflix cuando salieron a la luz antiguos tuits considerados racistas. Netflix la retiró de carteles y eventos oficiales.
EJEMPLOS
Toma uno de los casos mencionados —o alguno que conozcas— y completa una ficha buscando información en internet con los siguientes datos:
Qué ocurrió
Reacción social
Consecuencias
Luego, responde a las siguientes preguntas:
¿Qué opinan sobre lo ocurrido?
¿Conocen a alguien que no sea famoso que haya sufrido este tipo de “cancelación”?
¿Cómo creen que se sentirían si les ocurriera a ustedes?
CÓMO AFRONTAR UNA SITUACIÓN DE CANCELACIÓN
No compartas automáticamente
Verifica la información y el contexto.
Encuentra otras formas de reaccionar
Haz críticas constructivas, mantén un debate civilizado, y no contribuyas a la ola tóxica.
No se trata de “silenciar o castigar”, sino de entender que la justicia social y el respeto pueden ir de la mano. Objetivo: crear mecanismos sanos para exigir responsabilidades, sin destruir a las personas.
RELACIÓN CON LOS DERECHOS HUMANOS
Dignidad y derecho a la salud mental
La presión excesiva y el linchamiento digital de la cancel culture vulneran la dignidad de la persona y su derecho a la salud mental.
Libertad de expresión
En algunos casos, las críticas pueden ser razonables, pero silenciar o castigar colectivamente obstaculiza el derecho a la libertad de expresión.
Justicia social
El objetivo de la cancel culture a veces puede ser denunciar injusticias, pero debe hacerse de manera controlada y responsable, sin convertirse en acoso digital.
RELACIÓN CON LA CONVIVENCIA
Respeto mutuo y diálogo
Castigar o fomentar el acoso a personas en redes aumenta los conflictos y perjudica la cohesión de la comunidad.
Apoyo y solidaridad
La reflexión colectiva y los debates respetuosos ayudan a crear una comunidad digital segura y solidaria.